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CORRESPONDENCIA DE «LA ABEJA»

Sr. Director de LA ABEJA MONTAÑESA.

Fresnedo de Soba, 10 de Julio de 1866.

Muy señor mío: he tenido ocasión de ver los desastrosos efectos de la tormenta que descargó en término de este valle en la tarde del 28 del pasado mes de junio. En el pueblo de Aja, que ha sido el más castigado, las 25 familias que componen la población han quedado enteramente arruinadas, pues allí no tan solo destruyó los frutos, sino que también se llevó los terrenos, y aunque el vecindario entero trabaje constantemente durante dos años, no logrará reponer la tierra que arrastró la tormenta.

Para formarse una idea aproximada, baste decir que una pareja de bueyes que acababa de venir con un carro de tabla y se encontraba aún uncida en la corralada de la casa, la sacó el agua de ella y la arrastró más de 50 metros, hasta que llegaron á sitio donde el agua formaba remanso y de donde milagrosamente pudieron salir á tierra. También arrastró el torrente otra res vacuna y varias cabras y ovejas, llevándose pontones por la elevación que tenían sobre el nivel de las aguas, debían creerse á cubierto de las mayores crecidas; bien es verdad que la del 28 de junio no ha tenido ni tendrá rival. El caserío de Irías ha quedado completamente arruinado á causa de la inmensa cantidad de tierra y piedras que las aguas metieron en los terrenos que lo componen, de modo que para volverlo á poner en estado de producir, sería preciso gastar más de lo que vale. Los caminos han quedado intransitables, pero la falta del pontón que había en el camino de Regules, antes de llegar al cementerio, si no se repone, como desde luego se puede asegurar, dejará incomunicado al vecindario al menor aguacero y quizás sea causa de alguna desgracia.

Lo mismo digo de los caminos; si están intransitables, así se quedarán.

Suplico á V. se sirva llamar la atención de quien corresponda, siquiera nada se adelante, al objeto de que los estancos estén surtidos medio regularmente, porque ni aquí ni en Ramales se encuentra, la mayoría de las veces que se pide, ni papel sellado ni sellos de franqueo, produciendo esto los perjuicios y trastornos que son consiguientes.

Seguimos aún sin cirujano, y sin que nadie se haya vuelto á acordar de semejante cosa desde que yo dejé de mover el asunto. Esto da una idea de lo que son los sobanos.

Concluye por hoy repitiéndose de V. atento S. S. Q. B. S. M.

(De nuestro corresponsal)

 

La Abeja montañesa: Periódico de intereses locales: Año X Número 2338 –  12 de Julio de 1866.